El jardinero fiel
Una de esas películas que, desde luego, no me ha dejado indiferente. Como telón de fondo están esos ojos que traspasan la cámara y se te clavan sin remedio. No son escenarios de cartón-piedra, no son extras convenientemente disfrazados y caracterizados. Es la mirada de África, ésa que a menudo ignoramos para no sentirnos culpables.
También está la denuncia contra las grandes empresas farmacéuticas capaces de cualquier atrocidad para incrementar sus beneficios. Para ellas, la vida humana, al menos la de aquellos que no pueden costearse ni siquiera los medicamentos más básicos, no vale nada.
Y, por supuesto, está la historia de los dos protagonistas. Una de esas historias que a una romántica radical como yo le hacen conmoverse profundamente.
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